martes, 28 de marzo de 2017

Psicología de las masas en la era digital y post-patriarcal (IV): El odio como lazo social







El odio como lazo social

Un tercer fenómeno, el odio que empuja a terroristas y grupos racistas, nos permite captar otra vertiente de la nueva psicología de las masas en una era ya post-patriarcal. La figura del lobo solitario, en los casos de terrorismo, o del asesino en las matanzas urbanas recientes, no nos debe hacer olvidar que, aunque solos en su acto, se reclaman siempre como pertenecientes a una comunidad más amplia con la que guardan relaciones muy diversas, desde militantes hasta simples simpatizantes.

Esa comunidad tampoco tiene un líder o un ideal a partir del que orientarse. Sabemos que muchos de ellos desconocen la base ideológica (nazismo, islam) en la que supuestamente se sustentan sus actos criminales. Esas vagas referencias les sirven más bien de envoltorio de la causa verdadera, el odio profundo hacia el otro, que vela así el odio a sí mismos, factor que Freud identificó como el principio de exclusión del sujeto mismo. Todos tenemos cosas que no nos gustan de nosotros mismos, afectos y sentimientos que nos resultan insoportables y que por ello expulsamos afuera e imputamos al otro como culpable, para exorcizar así nuestros demonios internos.

Ese padre, que guiaba los pasos con mayor o menos firmeza, parece ausente de estas biografías. No lo encontramos en

martes, 21 de marzo de 2017

¿Es un destino inevitable? Sobre los llamados Trastornos de Conducta








La Vanguardia, sábado 18 de marzo de 2017


“Joan, de 28 años, se tiró hace diez días a las vías del metro. Lo hizo dos horas después de abandonar el servicio de urgencias de un hospital de Barcelona. Fue allí a pedir ayuda, pero al parecer no la encontró. Entonces decidió suicidarse. Ahora se recupera de las graves heridas (le quedarán serias secuelas que limitarán su movilidad) en el hospital Clínic de Barcelona. Es la cuarta vez que Joan ( nombre supuesto) intenta quitarse la vida. Este es el último capítulo de una historia ­ –con un final que la familia de este joven ya auguró hace un año en una carta enviada a La Vanguardia– de la que se empezó escribir las primeras líneas cuando Joan tenía 12 años.”. Javier Ricou

La historia de Joan es, sin duda, una historia dramática y muy dolorosa. Para él y para sus padres, que se sienten impotentes para ayudarle. Coincide con otros muchos casos que vemos en nuestra práctica. Hay recursos públicos, pero es verdad que son insuficientes y a veces no idóneos.

Pero esa no sería la única clave del destino de estos adolescentes. Sus malestares, expresados en forma de actos, ya nos hablan de una dificultad para elaborarlos mentalmente. Su vivencia de la vida es de una gran extrañeza y no les permite entender sus propias razones para actuar así.

Su dolor toma una forma emotiva y pasional. No encuentran términos medios

miércoles, 15 de marzo de 2017

Psicología de las masas en la era digital y post-patriarcal (III)Una nueva topología de la violencia: la realidad estallada






Si la realidad aumentada es el sueño, que la tecnología digital nos procura, la realidad estallada es el despertar a lo real de nuestra existencia. Otro escenario donde la realidad, más que aumentar, parece estallar de rabia, indignación u odio. La crisis, desencadenada por la burbuja inmobiliaria y continuada por la precariedad sociolaboral, ha generado muchos movimientos de indignación, desde las primaveras árabes hasta el Occupy Wall Street pasando por los indignados del 15M o de Brasil. El uso de las redes sociales es aquí también clave.

Estas nuevas multitudes, diversas en su composición y contexto cultural, tienen sin embargo algunos rasgos comunes. Ya no se orientan a partir de un líder ni de un ideal común preciso y claro. Estos movimientos, como señalaba recientemente el psicoanalista francés Eric Laurent, se desarrollan en dos tiempos. Primero está el grito de indignación y rabia, un llamado que cada uno hace, a partir de una pérdida (de casa, de trabajo o incluso de patria), sin otra reivindicación inicial que pedir un lugar para él en un mundo que parece volverse loco y cada vez más excluyente. Son los nuevos desahuciados que se resisten a ese destino de marginados.


martes, 7 de marzo de 2017

Psicología de las masas en la era digital y post-patriarcal (II). Pokémon Go: atrapar la realidad huidiza







La Vanguardia. Dossier Culturas. Sábado 25 de febrero de 2017


Reflexionemos en primer lugar sobre la llamada realidad aumentada, término que se usa para definir la visión de un entorno físico del mundo real, cuyos elementos se combinan con elementos virtuales para la creación de una realidad mixta en tiempo real.

En los pocos meses que el juego Pokemon Go lleva en circulación, amenaza con desbancar en tiempo de uso y/o usuarios  a apps muy populares como Tinder, Whatsapp, Twitter o el mismo Facebook. ¿Qué tienen en común sus usuarios para definirse como comunidad de jugadores? No parece que compartan ideales de ningún tipo, ni siquiera segmento de edad ni género o raza. Lo que destaca es cierta compulsión que los empuja, a veces con riesgo para su vida en algunos casos extremos, a no dejar el juego hasta conseguir su objetivo de cazar los pokemones.

¿Sería esto una adicción? Seguramente no en el sentido más clásico, pero revela bien que hoy nuestra relación a los objetos de consumo (compras, drogas, comida, gadgets) es básicamente una relación adictiva, un vínculo de dependencia con ese objeto que nos procura alguna satisfacción y del que nunca parece que tengamos suficiente. Hasta que la magia se agota y lo sustituimos por otro, signo de nuestra realidad, cada vez más efímera y propia de un tiempo instantáneo e hiperactivo.

Pokémon Go ha sabido combinar algunas variables.....

martes, 28 de febrero de 2017

Psicología de las masas en la era digital y postpatriarcal (I)




La Vanguardia. Dossier Culturas. Sábado 25 de febrero de 2017

La era analógica y patriarcal ya es historia. Y los cambios afectan también al modo en que los individuos se relacionan y organizan. ¿Dónde están hoy los líderes? ¿Cómo surgen? ¿Cuál es la génesis y las motivaciones de los nuevos grupos sociales? Proponemos un análisis de las masas a la luz de las nuevas realidades



En medio de una calle derruida por los bombardeos, un niño camina con su bici y un pokémon de un azul intenso, que contrasta con el gris del paisaje. Más allá, otro niño parece hablar con su pikachu lloroso, sentados en lo que un día fue una acera y que ahora deja ver sus tripas de acero, secuelas del combate que se libra día a día.

Estas estampas, obra de Saif Aldeen, artista y activista sirio, han sido lanzadas a las redes sociales para llamar la atención del mundo sobre el conflicto sirio. Los militantes del RFS, opositores al régimen de Bachar al Asad, han aprovechado el éxito del video juego Pokemon Go fotografiando a niños de 7-8 años, desconocedores del juego y habitantes de una de las zonas más castigada por los combates.

Esta iniciativa es un buen ejemplo del encuentro entre dos versiones de la realidad muy diversas, que sin embargo coinciden en un mismo espacio y tiempo: la realidad aumentada y la realidad estallada. Dos fenómenos actuales que nos permiten pensar la psicología de las masas en nuestra era digital y post-patriarcal de manera nueva respecto al análisis que Freud hizo hace 100 años, justo al acabar otra guerra que puso fin al “mundo de ayer”: la primera guerra mundial.

jueves, 9 de febrero de 2017

¿Estamos obligados a ser felices?




La Vanguardia, domingo 5 de febrero de 2017


Hygge: el secreto de la felicidad danesa

La felicidad hace ya tiempo que forma parte de la agenda política. Desde el S. XVIII, en que algunos ilustrados (Mandeville, Saint Just) hablaron de ella y la Declaración de Independencia de Estados Unidos recogió el derecho a ser feliz como uno de sus principios fundamentales.

Pero no fue hasta los avances recientes de las neurociencias que se creó una supuesta ciencia de la felicidad. Lord Layard y Anthony Giddens –directores de la London School of Economics (think tank del new labour de Toni Blair) -  buscaron en la economía el índice fiable de la felicidad. A eso añadieron investigaciones que demostraban que el cerebro se hacía eco de ella.

La paradoja que encontraron es que aun doblando o triplicando el PIB, la gente no era más feliz. La economía no lo era todo. En realidad lo que nos ilusiona es tener lo que tienen los demás. Eso nos empuja a conseguirlo por los medios disponibles (legales o no) y nos muestra otra cara menos “feliz” de la naturaleza humana: la que apuesta por gozar sin límites y a veces pagando un precio alto por los excesos cometidos.

El hedonismo, sorpresa, no nos da la felicidad sino que nos conduce a un más allá del placer que ya Freud descubrió como pulsión de muerte.

viernes, 3 de febrero de 2017

Las políticas psi en España: de los neurotransmisores a la gestión emocional







Las políticas psi en España durante los años 70 y parte de los 80 estuvieron marcadas por un comunitarismo militante, reacción a cuatro décadas de dictadura franquista. Influenciadas por el movimiento de la Antipsiquiatría, colocaron en el centro de su acción a los nuevos sujetos, ahora de pleno derecho, y dieron paso a la proliferación de dispositivos públicos y privados de salud mental, en los que el psicoanálisis y las terapias de la palabra tuvieron un lugar relevante.

La alianza estratégica del management y el cientificismo tomaron el relevo y extendieron su dominio hasta nuestros días. El nuevo ideal del atomismo psíquico, promovido por las falsas neurociencias, casaba muy bien con la tarificación del acto, en su voluntad de deconstruir al sujeto en partículas bioquímicas para así evaluar sus perfomances. Y de paso asegurar, en nombre de las buenas y saludables intenciones, que la voluntad de control se impusiese como inercia pulsional, velada por los significantes amos en juego (evaluación, eficacia, objetividad,..). La máscara de hierro, a la que alude Lacan en Radiofonía, es sin duda la plusvalía disfrazada por ese discurso que promueve el mutismo del sujeto.

Las principales regulaciones en nuestro país han tomado, así, la vía de las Guías clínicas (TDAH, Autismo, TLP, Trastorno Bipolar) que mantienen sus indicaciones cada vez más neurobiologicistas, admitiendo como única terapia psicológica la derivada de las TCC.

Paralelamente, el Estado ha optado por una progresiva sanitarización de la práctica clínica